Un año más, como cada primavera, volvemos a retomar la memoria de uno
de los capítulos más antiguos y trascendentales de nuestra identidad
judía. Pésaj nos vuelve a convertir en protagonistas de un relato que
nos acompaña desde (según las cuentas bíblicas) hace exactamente 3325
años.
Resulta curioso que uno de los rituales tradicionales de esta fiesta
es recalcar que cada generación debe sentirse como si ella misma hubiera
salido de Egipto. Si calculamos una media de tres generaciones por
siglo, caemos en la cuenta de que somos la centésima generación desde
aquellos israelitas que lavaron su mentalidad esclava vagando 40 años
por el desierto.
La mayoría de los niños se asombran de que alguien a quien se le han
abierto las puertas de su jaula no corra desesperadamente hacia su nuevo
destino y tarde esa eternidad en llegar a la meta prometida. Con el
paso de los años comprendemos cada vez mejor la estrategia mosaica y
hasta puede parecernos demasiado corta. No en vano, cien generaciones
después tenemos que reunirnos en parafernalia para que no se nos olvide
quiénes somos y de dónde venimos. Generación tras generación hemos ido
llenando la celebración de mágicos invitados (el profeta Elías), de
libros maravillosamente ilustrados (hagadá), de canciones infantiles en lenguas perdidas como el arameo (Jad Gadiá) o en traducciones vernáculas (Quien supiense y entendiense), de recetas creativas a pesar de la
falta de levaduras, de cuentos y leyendas en torno al poderoso número cuatro (hijos, preguntas, copas…).
Y todo un libro, de sólo cinco de la Torá, dedicado exclusivamente a
contar el suceso: la cadena cosmogónica del clan hebreo, evolucionado en
tribus y finalmente transformado en pueblo israelita, saliendo de la
opresión a través de la estrechura (meitzarím, de la misma raíz hebrea que Mitzráyim,
Egipto) abierta en el mar. Hoy, aún nos queda por transitar un largo
desierto solitario de incomprensión y desprecio -cuando no de envidia
enquistada en odio- por seguir caminando por la cuenca seca de un océano
que ningún otro se atreve a cruzar. Siguiendo las huellas de quienes
fuimos antes de ser lo que somos ahora, apenas 40 años y 100
generaciones después.
Shabat shalom
NOTA: la semana próxima no habrá envío de boletines ni de artículo.
Jag Pésaj Sameaj! ¡Felices pascuas!
Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad
Pulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad
La Universidad de Barcelona alberga Jornadas anti Israel
-
The post La Universidad de Barcelona alberga Jornadas anti Israel appeared
first on Observatorio de Antisemitismo.
Hace 2 días