Venimos observando
como, la civilización que teníamos por avanzada, ha sido un espejismo y que el
devenir del tiempo nos demuestra que raras veces, por mucho que lo digamos,
aprendemos de nuestros errores.
Al término de la más
negra y triste época, que no sólo Europa vivió, tras la que se acuñó el lema
“Perdonar, pero no Olvidar” y de que el
mundo fuera testigo de las atrocidades cometidas, es de justicia recordarlo. No
sólo fueron contra el pueblo hebreo sino también contra el gitano, sin olvidar
a republicanos, homosexuales o personas con alguna deficiencia psíquica u de
otra índole. Tras ello, se vislumbró esa ilusión, quizás óptica, de la paz, la tolerancia, el respeto al
diferente (aunque siempre podría existir el dilema, si el diferente no era el
otro).
En un mundo donde
el humanismo parece haber desaparecido de la faz de la tierra, donde la cultura
y la memoria histórica parecen no tener importancia ni en la nuevas
generaciones, ni en las que planifican los planes educativos, o donde el
mercantilismo no repara en los sentimientos para hacerse notar, no puedo por menos
que dejar constancia de los hechos que están acaeciendo y cuyos autores o “cómplices”,
no dudan en recurrir, para disculpar tamaño dislate, a emitir escuetas notas de prensa y lo más
lastimoso aun, retirar la publicación, sabiendo que la difusión por la avanzada
tecnología, una vez que salen a la luz , nunca desaparecen totalmente.
Como antecedente de
los casos que voy a reflejar, debemos citar
la Sentencia
del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que declara que el dueño de la
librería filonazi “Europa”, de Barcelona, no tuvo un juicio justo y condena a
nuestro país a pagarle una indemnización. Cabría preguntarles a los/las “Ilustres“magistrados/as
si los más de seis millones de víctimas directas del nazismo tuvieron un juicio
justo.
Centrándonos en los
antecedes más recientes en nuestro país, llama poderosamente la atención que un
dirigente juvenil del PP de Xátiva (Valencia), se fotografiara bajo una esvástica, aunque después vinieran las oportunas
disculpas. Pero, a mi juicio, más gravedad revisten las declaraciones del
propio partido que tilda tal acto de “su error” – en referencia al dirigente juvenil
–, “el de una persona joven e inexperta…”. Tras ello, habría que preguntarse si
no hubiera sido más “políticamente correcto” decir, aunque quizás no lo
sintiera el PP de Xátiva, que lamenta y detesta tal hecho.O aun mejor, no
potenciar para el futuro dirigentes de tan bajo nivel moral y cultural.
Si analizamos el ámbito
europeo, se constata como Ilías Kassidaris, diputado y portavoz del partido
griego Amanecer Dorado, cuya filiación por el nazismos no es algo nuevo, ha venido protagonizando varios escándalos en
los 14 meses que lleva ocupando su
escaño, entre ellos, unas fotografías que han revelado un tatuaje poco ortodoxo
para un diputado: el de la esvástica nazi compuesta por meandros griegos, uno
de los símbolos históricos del país y emblema de su partido.
Pero, desafortunadamente,
el problema del nazismo palpitante, no es sólo de España, ni tampoco de Europa,
sino que se extiende al continente americano. La firma “Econ One”, radicada en
los Ángeles (EE.UU), especializada en la asesoria empresarial, había publicado en su Web una instantánea del campo de concertación de
Auschwitz-Birkenau, en la que reza “el trabajo os hará libres“y, debajo de ella
ponían “un trabajo bien hecho es la única cosa que nos importa”. Triste ejemplo
para un futuro esperanzador. Lógicamente, tras las críticas recibidas, han
eliminado de su página Web tal instantánea. Y más esperpéntico aun, fueron las
declaraciones de la Asesoría
especializada (preferimos no saber en qué), en las que afirmaban que “no eran
conscientes de que la fotografía pertenecía al campo de concentración” (¿?)
Quizás si prestaran, al menos, la misma atención a las
repercusiones económicas y laborales como a los temarios en la nueva Ley de educación,
políticos, docentes y demás organizaciones, visto lo visto, incrementarían,
bajo la denominación que deseen de la asignatura, los contenidos que se
refieren a la Paz ,
la Convivencia ,
la Historia (para
no repetirla), el respeto a la pluralidad, cuestiones como las comentadas no
volverían a repetirse.
Abraham Barchilón es abogado. Artículo publicado en El Faro Digital