Cuando
uno trabaja en un medio judío como Radio Sefarad, la primera pregunta
que debería plantearse es qué temas abordar. Algunos son obvios, como
los relativos a la religión, la historia e, incluso, la cultura, con
todo lo que ello implica, desde las manifestaciones artísticas a las
tradiciones. Lo que no es tan evidente es qué parte de la actualidad
mundial reflejar.
¿Deberíamos
dar aquellas noticias que nos atañen únicamente como profesantes de la
fe mosaica (por ejemplo, lo que a la circuncisión se refiere en Alemania
o a las leyes de matanzas rituales en Dinamarca)? La respuesta nos es
obvia, aunque pueda resultar extraña a otros: rotundamente no, ya que no
somos sólo una religión, sino un pueblo. ¿Deberíamos dar cuenta
entonces de cualquier evento en el que esté implicado algún miembro de
nuestra comunidad, en cualquier lugar del planeta? Por complicado que
parezca y pese a las evidentes dificultades (lingüísticas, entre otras)
para conseguirlo, ese debería ser el objetivo de cualquier medio judío.
Curt
Sachs, uno de los principales musicólogos modernos, definió la música
judía como aquella creada “por, para o como” judíos. Sin duda es una
definición muy amplia, aunque extrapolable a otras áreas de la actividad
humana, desde la cultura, a la economía, pasando por la política
internacional. Ello nos coloca en la situación paradójica de atender a
lo que sucede no sólo a los judíos de todo el mundo (el “por” de la
definición de Sachs), sino también de lo que va dirigido a ellos (el
“para”) e incluso de quienes se postulan como nuestros portavoces sin
formar parte del colectivo (el “como”).
Haga
el siguiente experimento: entre en la sección de noticias de su
buscador habitual y escriba los conceptos “judío” e “Israel”. Obtendrá
abundantes resultados (más aún si reemplaza “judío” por “Jewish”).
Intente buscar un elemento común y descubrirá que, en la mayoría de los
casos, se habla de situaciones de amenaza, bien para la propia
existencia del estado de Israel, bien para los judíos en la diáspora, y
sólo un porcentaje menor (y aún así, en cantidades nada despreciables)
refieren al mundo de la cultura. Por establecer una comparativa: la
cantidad estimada de judíos en España es similar a la de inmigrantes
chilenos
en nuestro país. Haga el ejercicio de buscar noticias relativas a ambos
colectivos y descubrirá el aluvión informativo que genera el mundo
judío, allí donde esté.
¿Cuál
es entonces la principal misión de un medio de temática judía, siendo
su espectro tan amplio? Sin duda saber distinguir lo esencial de lo
accesorio: dar prioridad a conservar la vida (pikúaj néfesh) y a mejorarla (tikún olám), desde unos principios morales (torá) anteriores a casi cualquier otra civilización contemporánea.
Shabat Shalom